Fueron unas horas que compartimos. Ella dibujaba y nosotros inmortalizábamos su momento de creación.
“Elegí trabajar con carbonilla porque la textura y el grosor de la línea ayudan a captar el motivo gestualmente y en pocos trazos”.
“Cuando dibujo siento un estado de concentración muy placentero. Disfruto el hecho de dedicarle un momento a observar y plasmar eso que me llamó la atención”.
“Mientras pinto o dibujo las horas pasan distinto. Cambia el ritmo, entro en otro tiempo”.
“Este rincón del Pim Pam Pum me atrajo por el juego de la luz en las plantas y la escena de las sillas como esperando a que alguien se acerque”.